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LA MÁSCARA COMO MANIFIESTO: KIM KARDASHIAN Y LA PROVOCACIÓN ESTÉTICA EN LA GALA DEL MUSEO DE LA ACADEMIA 2025

En una noche consagrada al esplendor cinematográfico y la elegancia hollywoodense, la polémica socialité Kim Kardashian volvió a desafiar las convenciones. La quinta edición de la Gala del Museo de la Academia, celebrada en Los Ángeles, reunió a luminarias como Demi Moore, Penélope Cruz y Jenna Ortega, pero fue el enigmático atuendo de Kardashian el que acaparó titulares, suscitando debate y fascinación a partes iguales.

La empresaria y figura mediática apareció en la alfombra azul completamente cubierta por un conjunto de alta costura que borraba su rostro del plano visual. Sin aberturas, sin expresión, sin mirada. Solo silueta, textura y misterio. En un evento que celebra la visibilidad del arte y sus protagonistas, Kardashian eligió el anonimato como declaración estética. ¿Provocación? ¿Performance? ¿Crítica a la cultura de la imagen?

El gesto, lejos de ser gratuito, se inscribe en una narrativa que ella ha cultivado con precisión: la de una figura que se reinventa a través del exceso, la omisión y el artificio. En esta ocasión, la omisión fue total. Y eso, paradójicamente, la hizo omnipresente.

LAS REACCIONES DIVIDIDAS POR ESTE ATUENDO: ¿ARTE O ESPECTÁCULO?

Como era de esperarse, tras la presencia de este controversial outfit de Kim, las redes sociales estallaron. Algunos lo calificaron de “locura mediática”, otros lo celebraron como una “obra conceptual”. Críticos de moda debatieron sobre los límites de la creatividad en la alfombra roja, mientras que analistas culturales lo interpretaron como una metáfora del hecho de borrar la identidad en la era digital.

Lo cierto es que, en una gala donde el glamour suele ser sinónimo de exposición, Kim Kardashian eligió el camuflaje como estrategia de impacto. Y funcionó. Su atuendo no solo fue el más comentado, sino también el más fotografiado, a pesar de no mostrar su rostro.

Sin duda, este episodio reabre preguntas sobre el papel del cuerpo en la moda contemporánea. ¿Es el rostro indispensable para comunicar estilo? ¿Puede un atuendo ser narrativo sin mostrar al sujeto?, por lo que Kardashian parece decir que sí. Que el cuerpo, incluso cubierto, puede ser un lienzo de provocación, una superficie de discurso.

En tiempos donde la autenticidad se mide por la exposición, su gesto fue una inversión radical: esconderse para ser vista. Y en ese juego de contradicciones, Kim Kardashian reafirma su lugar no solo como celebridad, sino como agente provocador en el ecosistema cultural.

KIM KARDASHIAN EN 2025 Y LA MODA COMO MANIFIESTO

A sus 45 años, Kim ha sido celebrada como una de las grandes transformadoras del estilo global. Desde siluetas extremas hasta el minimalismo conceptual, su capacidad para reinventarse ha sido clave en su permanencia como referente fashionista.

En esta reciente aparición en la Gala del Museo de la Academia, lució un vestido ceñido en tono nude con escote palabra de honor y mangas capa que se extendían hasta el suelo. Lo más impactante: la cobertura total del rostro con la misma tela, generando un efecto de velo integral.

Tras las fuertes críticas a este atuendo los medios como Univision y El Independiente destacaron cómo el gesto de cubrirse el rostro se ha repetido en al menos tres eventos clave, convirtiéndose en una firma estética.

Sobre el diseño de este controversial atuendo, Maison Margiela, bajo la dirección de Glenn Martens, fue la casa detrás del diseño, siendo parte de su colección otoño/invierno 2025.

Además de que el look se complementó con una gargantilla de esmeraldas verdes, añadiendo un toque de opulencia a la neutralidad del conjunto.

Y es que Kim no solo viste, sino que construye narrativas, su uso de máscaras, velos y siluetas dramáticas habla de una exploración del cuerpo como lienzo, del anonimato como estrategia, y de la moda como lenguaje conceptual.