
EL RENACIMIENTO DEL NAKED DRESS: TRANSPARENCIA CON PROPÓSITO EN LAS ALFOMBRAS ROJAS
JENNA ORTEGA
En un mundo donde la moda ya no se limita a vestir, sino a narrar, provocar y empoderar, el naked drees ha resurgido como símbolo de una nueva era dentro de la estética. Y es que lo que alguna vez fue considerado un gesto audaz, casi escandaloso, hoy se ha convertido en un lenguaje visual legitimado, sofisticado y profundamente simbólico.
En más de una ocasión dentro de la historia de la moda, el uso de estos naked drees han desatado un sin número de críticas, pues lo que para unos es un hito fashionista para otros es un símbolo de mal gusto o de exhibición sexual.
Los orígenes de este controversial vestuario comenzaron desde la era de los 70s, cuando íconos del espectáculo como Cher lucía grandes vestidos de este estilo, así como en los 90s la top model Kate Mosslos lucía como una herramienta de moda y ruptura social.
En sus inicios, desafiaba las normas de recato y planteaba preguntas sobre el cuerpo, la moda y la libertad.
– Redefinición contemporánea: Hoy, el naked dress no se trata de mostrar piel sin más. Se juega con capas, bordados, cristales y tejidos que generan ilusión óptica. El cuerpo se convierte en lienzo, y la prenda en marco.
ALFOMBRAS ROJAS: ESCENARIOS DE EMPODERAMIENTO
– Cannes, Met Gala y los Emmy 2025 han sido testigos del dominio absoluto de esta tendencia. Celebridades como Bella Hadid, Emily Ratajkowski y Jenna Ortega han elevado el naked dress al nivel de arte performático.
– Diseños vanguardistas: Desde gasas bordadas con cristales hasta mallas futuristas, cada vestido es una declaración de estilo y confianza. La intención ya no es escandalizar, sino afirmar presencia.
– Empoderamiento corporal: En tiempos donde el cuerpo femenino ha sido históricamente vigilado, el naked dress se convierte en una respuesta estética y política. Celebra la libertad de mostrar, sin pedir permiso.
– Diversidad y género: La tendencia se entrelaza con movimientos como free the nipple, cuestionando convenciones y ampliando el espectro de representación en la moda.

MARGOT ROBBIE
Aunque el naked dress se ha normalizado en las galas más prestigiosas, su impacto no ha disminuido. Cada diseñador lo resignifica: romántico, minimalista, maximalista o futurista. Su versatilidad asegura que seguirá siendo protagonista, no como shock, sino como espejo de los cambios sociales.
Este atuendo lejos de ser una invención contemporánea, tiene raíces profundas en la historia de la moda, donde la exposición del cuerpo ha sido tanto símbolo de poder como provocación estética. Aquí te presento un recorrido por sus influencias más significativas.
INFLUENCIAS HISTÓRICAS DEL NAKED DREES
-Antigüedad y sensualidad velada
– Grecia clásica: Las túnicas de lino y seda que se ceñían al cuerpo femenino ya jugaban con la idea de revelar sin mostrar. La estética del cuerpo como ideal artístico se reflejaba en la indumentaria.
– Renacimiento y Rococó: Aunque más estructurados, los corsés y escotes pronunciados insinuaban sensualidad bajo capas de ornamento.
Iconos del siglo XX: Provocación y glamour
– Marilyn Monroe (1962): Su vestido de seda beige con cristales, diseñado por Jean Louis para cantar “Happy Birthday” a JFK, fue uno de los primeros naked dresses mediáticos. Tan ceñido que tuvo que ser cosido directamente sobre su cuerpo.
– Cher (1974): En la Met Gala, lució un diseño de Bob Mackie con transparencias y pedrería, marcando el inicio del naked dress como espectáculo visual.
– Jane Birkin y el Cannes de los 70: Popularizó vestidos transparentes como gesto de irreverencia y libertad.

CHER Y SU ICÓNICO NAKED DRESS
Los 90 y el minimalismo provocador
– Kate Moss (1993): Su slip dress transparente de Liza Bruce, sin ropa interior, redefinió el concepto de sensualidad despreocupada y se convirtió en ícono de la moda grunge.
– Rose McGowan (1998): En los MTV VMAs, llevó un vestido hecho de cadenas y pedrería, acompañado de un diminuto tanga. Un acto de desafío a los estándares de la época.
2000s–2020s: De lo marginal al mainstream
– Jennifer Lopez (2000): Su vestido verde de Versace en los Grammy, aunque no completamente transparente, abrió la puerta a una nueva era de sensualidad estratégica.
– Rihanna, Beyoncé, Kim Kardashian, Kendall Jenner: Cada una ha reinterpretado el naked dress como símbolo de empoderamiento, lujo y control sobre la narrativa corporal.
2025 y más allá: El cuerpo como manifiesto
– Bianca Censori (Grammy 2025): Su minivestido transparente sin ropa interior llevó el naked dress al extremo performático, generando controversia y redefiniendo los límites de lo permitido.