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¿POSTURA SOCIAL O MODA? “EL VESTIDO ÚTERO” UN MANIFIESTO PODEROSO EN LA SEMANA DE LA MODA DE COPENHAGUE

Más allá de las etiquetas, una esencia del feminismo se hace visible dentro de la moda dejando diseños impactantes para presentar en los mejores escaparates internacionales.
Y es que la moda, en su esencia más profunda, es una forma de expresión, pues va más allá de la simple vestimenta; es un lenguaje que comunica ideas, desafía convenciones y refleja el pulso de la sociedad.
En este contexto, la Semana de la Moda de Copenhague se ha consolidado como un epicentro de tendencias no solo estéticas, sino también de mensajes poderosos y conscientes. Recientemente, un diseño en particular ha capturado la atención global, generando un debate que trasciende las pasarelas: el vestido útero. Esta prenda, más que un simple atuendo, se ha erigido como un audaz manifiesto feminista, resonando con fuerza en un momento crucial para los derechos reproductivos y la autonomía corporal.
El vestido útero que ha acaparado los titulares en la Semana de la Moda de Copenhague tiene sus raíces en una colección anterior de Gucci, específicamente de la época en que Alessandro Michele estaba al frente de la dirección creativa de la casa italiana.
Fue en la colección Cruise de Gucci donde se presentó por primera vez un diseño que incorporaba la silueta de un útero, siendo un gesto audaz y provocador que ya en su momento generó controversia. Este vestido original, a menudo descrito como una pieza blanca de manga larga con detalles dorados y un útero rojo bordado, buscaba ser una declaración sobre los derechos reproductivos y la autonomía femenina, especialmente en un contexto de debates sobre el aborto en Estados Unidos.


LA SIMBOLOGÍA DE LA EXPOSICIÓN DE ESTE ATUENDO EN 2025
Sin embargo, la pieza que ha resonado con particular fuerza en Copenhague ha sido la reinterpretación de este concepto por parte de la influencer y diseñadora danesa Pernille Rosenkilde. Por su parte Rosenkilde ha sido vista luciendo una versión del vestido útero en los desfiles, lo que ha catapultado el diseño nuevamente al centro de atención.
Su elección de llevar esta prenda en un evento de moda de alto perfil como la Copenhagen Fashion Week no es casualidad; es una declaración deliberada que amplifica el mensaje original del vestido.

El diseño del vestido útero se caracteriza por su confección en tela fluida, que permite que la silueta del útero, bordada con precisión, se mueva con el cuerpo, creando un efecto visual impactante y simbólico. No se trata de una representación abstracta, sino de una imagen clara y directa que obliga al espectador a confrontar la realidad del cuerpo femenino y los derechos asociados a él.
La fluidez de la tela contrasta con la rigidez del mensaje, creando una tensión visual que refuerza la potencia de la prenda como un manifiesto político y social.
El vestido útero es mucho más que una pieza de diseño vanguardista; es un potente símbolo y un manifiesto feminista que resuena con la consigna “Mi cuerpo, mi decisión”. En un contexto global donde los derechos reproductivos están siendo constantemente debatidos y, en algunos lugares, amenazados, esta prenda emerge como una voz visual que defiende la autonomía corporal de las mujeres. La representación explícita del útero en el vestido no es solo una elección estética, sino una declaración política que busca desestigmatizar el cuerpo femenino y reivindicar el control sobre la propia reproducción.
El útero, como órgano central de la fertilidad y la gestación, ha sido históricamente objeto de control social y político. Al exhibirlo de manera prominente en una prenda de moda, el vestido desafía las normas de pudor y las expectativas sociales sobre cómo el cuerpo femenino debe ser presentado.
El impacto del vestido útero radica en su capacidad para generar diálogo y reflexión. Al provocar una reacción, ya sea de admiración o controversia, el vestido cumple su propósito de poner en el centro de la conversación temas que a menudo son relegados al ámbito privado o silenciados. Es un recordatorio visual de que los derechos de las mujeres sobre sus propios cuerpos son fundamentales y no negociables.
Por lo que la prenda se convierte en un catalizador para el debate, invitando a la reflexión sobre la intersección entre la moda, la política y los derechos humanos. En un mundo donde las imágenes tienen un poder inmenso, el vestido útero utiliza la visibilidad de la moda para amplificar una causa vital.

RECEPCIÓN EN LA SEMANA DE LA MODA DE COPENHAGUE: ENTRE LA ADMIRACIÓN Y LA CONTROVERSIA
La aparición del vestido útero en la Semana de la Moda de Copenhague ha generado una ola de reacciones que van desde la admiración y el aplauso hasta la controversia y el debate. Copenhague, conocida por su enfoque en la sostenibilidad y la moda con conciencia social, ha demostrado ser el escenario perfecto para una prenda con un mensaje tan potente. La ciudad, con su espíritu libre y juvenil, atrae a un grupo diverso de personas que buscan expresar su identidad y entusiasmo a través de la moda. En este ambiente, el vestido útero no pasó desapercibido.

La influencer Pernille Rosenkilde, al lucir el vestido en los desfiles, se convirtió en el epicentro de la atención. Su elección fue ampliamente cubierta por medios especializados en moda, que destacaron la audacia y el mensaje feminista de la prenda. La visibilidad que le otorgó la Semana de la Moda de Copenhague fue crucial para amplificar el mensaje del vestido a una audiencia global. En un evento donde las tendencias a menudo se centran en la estética y el comercio, el vestido útero introdujo una dimensión política y social que resonó profundamente con muchos.
CRÍTICAS EN CONTRA DE ESTE ESTILO ÚTERO DE GUCCI
Sin embargo, como suele ocurrir con las piezas que desafían las normas, el vestido útero también generó debate. Mientras algunos lo elogiaron como una declaración necesaria y valiente en un momento de retroceso en los derechos de las mujeres, otros lo consideraron demasiado explícito o provocador.
Esta polarización de opiniones es, en sí misma, una prueba del impacto del vestido. Al generar conversación, el vestido útero logró su objetivo de poner en la agenda pública temas importantes relacionados con el cuerpo femenino, la autonomía y los derechos reproductivos. Logrando que la moda, una vez más, demuestre ser una herramienta poderosa para el activismo y la concienciación social, utilizando la pasarela como un escenario para el cambio y la reflexión.
En un mundo donde las imágenes y los símbolos tienen un poder inmenso, el vestido útero se erige como un faro de resistencia y empoderamiento. Su legado no se medirá solo por su impacto en las tendencias de la moda, sino por su contribución a la conversación global sobre los derechos de las mujeres y la importancia de la autonomía corporal. Siendo un testimonio de que la moda, cuando se utiliza con propósito, puede ser una fuerza transformadora capaz de inspirar, educar y movilizar a la sociedad hacia un futuro más justo e igualitario.