Pese a ser uno de los museos más importantes del mundo, el Louvre no había expuesto en sus salones arte dedicada al mundo de la moda, pero en este año se llevó a cabo la primera exposición de moda en este recinto parisino.

Por ello el Museo del Louvre, conocido por su incomparable colección de arte y su historia centenaria, ha hecho historia una vez más al abrir sus puertas a la moda con su primera exposición dedicada a este universo creativo. Bajo el título “Moda y Eternidad: El Arte del Vestir”, esta muestra explora los diálogos entre la moda y el arte, celebrando siglos de influencias mutuas entre ambas disciplinas.

La exposición, que se desarrolla en la icónica ala Denon, hogar de la Mona Lisa, presenta una cuidadosa selección de más de 150 piezas que abarcan desde trajes de época renacentista hasta creaciones contemporáneas de alta costura.

Diseñadores como Coco Chanel, Yves Saint Laurent y Alexander McQueen comparten espacio con esculturas, pinturas y textiles históricos, demostrando cómo la moda ha reflejado y reinterpretado la estética de su tiempo.

MODA COMO ARTE: UNA CONVERSACIÓN HISTÓRICA

Uno de los puntos más destacados de la exposición es su enfoque en el diálogo entre las disciplinas artísticas. Una sala dedicada a la pintura del siglo XVIII contrasta retratos de la aristocracia francesa con los diseños de casas como Christian Dior y Schiaparelli, mostrando cómo los códigos de vestimenta de la corte inspiraron colecciones modernas.

En otra sección, se yuxtaponen las túnicas clásicas de esculturas griegas con vestidos drapeados de diseñadores contemporáneos, revelando cómo los principios de proporción y movimiento trascienden el tiempo. Esta interacción refuerza la idea de que la moda no es solo funcional, sino también una forma de arte con la capacidad de capturar el espíritu de una era.

EL PRIMER MONTAJE DEDICADO A LA MODA

Aunque el Louvre ha acogido desfiles de moda en el pasado, como los de Louis Vuitton, esta es la primera vez que se le da a la moda un lugar protagónico dentro de su narrativa museística. Esta decisión representa un cambio significativo en la manera en que las instituciones culturales perciben y valoran la moda, reconociéndola como una forma legítima de arte.

El curador de la exposición, Jacques Lemarchand, explicó en la inauguración: “El Louvre siempre ha sido un reflejo de la cultura humana. La moda, como expresión artística y social, merece este espacio porque cuenta historias tan complejas y ricas como una pintura o una escultura.”

La exposición no solo apela a la vista, sino también a los sentidos. A través de experiencias inmersivas, como proyecciones digitales y recreaciones de talleres de alta costura, los visitantes pueden comprender el proceso detrás de la creación de una prenda, desde el boceto hasta el resultado final. Además, una colaboración con perfumistas parisinos ofrece una experiencia olfativa única, asociando aromas con distintas épocas de la moda.

“Moda y Eternidad” no solo es una celebración del pasado, sino también una mirada al futuro. En su última sección, la muestra aborda cuestiones como la sostenibilidad y el impacto del diseño digital en la moda. A través de piezas de diseñadores emergentes y tecnologías como la impresión 3D, el Louvre lanza un mensaje claro: la moda está en constante evolución y sigue siendo un espejo de nuestras aspiraciones y desafíos.

Dicha exposición promete convertirse en un evento imprescindible que consolida al Louvre no solo como un templo del arte clásico, sino también como un espacio dinámico que se adapta a las expresiones culturales contemporáneas.

Incluso se habla de una próxima gala que será un equivalente de París de la Met Gala, indicando que este es solo el inicio del vínculo entre la cultura y el mundo del diseño de moda.

Con esta audaz incursión en la moda, el Louvre demuestra que el arte es un lenguaje universal y eterno, capaz de conectarse con las múltiples formas en que los seres humanos expresan su creatividad y su identidad.

FOTOS: Piezas de Jean-Charles de Castelbajac, Erdem, Balenciaga y Louis Vuitton en el Museo del Louvre en su primera exhibición de moda. Fotografías: Nicolas Bousser / Cortesía del Musée du Louvre.

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